Hemos sobrepasado las cien entradas y la 101 (como los dálmatas) está dedicada al almuerzo de octubre. Además, cuenta con un escrito de César y las fotografías son de varios autores. También contamos con la asistencia de José Manuel Muñoz, nuevo en la plaza. La comida fue de calidad y abundante, demasiado a lo mejor.
Ahí va la colaboración de César Ollero. Que cunda el ejemplo:
CONCORDIA Y MANZANARES
Me bajo del estribo de la
obligación que me da el pan y me uno a la mesa del ocio gástrico con una
deseada compañía. Hay días que las pestañas tienen más peso que otros y las
ganas del avío del cocido vital no tienen la misma fruición.
Pero, digo yo, ¿no será que
renunciar a lo bueno por esa falta de ganas le echa más peso a la querencia de
lo poco? La apatía conduce a la dejadez, como el desencanto genera más
desencanto.
Vaya tela. Ahora me centro, que
si no, no cogemos el hilo. Me vengo a referir a que la junta de nuestras almas
para degustar un plato a lo slow food tiene que ser irrenunciable y
obligatorio, por muy otras circunstancias que haya detrás de bambalinas. Por
eso, como yo no creo en las casualidades, me da que almorzar en la Concordia no
es sólo el nombre de quien nos puso esas lascas de bacalao (no tanto el
churrasco, que no hacía mérito a la tierra), sino que vino a sellar un momento
de avenencia tranquila entre los experimentados comensales que estamos
fabricando.
Y es que no está mal ir al revés
del mundo para gritar desde el silencio lo que va haciendo falta: la concordia
es un valor que están borrando las leyes. Por eso la celebración y por eso el
nombre de la casa de comidas. En el placer (el nuestro es de la amistad y la
comida) la prisa mata y la discordia tortura.
Este breve brindis de palabras va
por esos momentos. Y en la diversión estuvo el punto negro del último traje de
luto y oro del maestro Manzanares, forjado en el Levante de esta Iberia
ancestral, con los rizos de sal mediterránea y que tanto supo de arte y de
placer.
Va por Vd., por nosotros y por la
Concordia.
Y este es el esperado reportaje gráfico
Fea costumbre la del móvil, pero bueno, es la primera vez. |
Muestras de cariño. Donde hay roce... |
Álvaro no llevó chaqueta. |
Innovación tipo master chef. Una hoja de pasta brie para el revuelto de habas. |
José Luis y Charly. |
Enésimo brindis de Vicente, que se dirigió en varias ocasiones al respetable. |
Los del fondo norte miran hacie el sur. |
El presidente de la comisión reglamentaria da la bienvenida efusivamentea José Manuel |
Antoñín y el que esto suscribe |
Dos panorámicas de la mesa. |
Más amigos que ruchos, que se dice. Y esto es todo, señores. Siguiendo el orden establecido, la próxima convocatoria corresponde a Álvaro Toledo en noviembre. |
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