jueves, 26 de abril de 2012

Éxito de público y crítica

 El gallego Martínez nos dio bien de comer
La visita al resto bar Montevideo fue más que satisfactoria; a la calidad de los productos se sumó la abundancia de las raciones. Felicitaciones al organizador. El reportaje gráfico corrió por cuenta de Antoñín, mientras que el texto es de César.


AGUA BENDITA
H2O. Ignoro la fórmula química del agua bendita; no sé yo si tendrá más o menos átomos de hidrógeno o de oxígeno, pero se me antoja que no será fácil dar con ella.
Bendito es el adjetivo de lo sacralizado, participio pasado hecho cielo. Con el agua nos signamos y asperjamos según nos convenga o la deglutimos vía gaznate.
Esta foto la hizo Vicente.
A lo que vamos, ¡cagondiez! que se me van las meninges con las musas y no doy con la tecla de la crónica.
Nuestro Vicente nos deleitó hoy con la amenaza de probar el agua y le prometí una oda a dicho líquido, lo que ocurre es que se me dibuja difícil hacerle cantos a un elemento tan insípido en medio de una colosal parrillada de pecado cárnico. Pero, puestos a ello, asumiré el riesgo y –nunca mejor dicho- "me tiraré a la piscina".
Vicente y Álvaro degustan un cigarro en
 las puertas del establecimiento. 
No quiero empezar sin recordar que el entrañable Alvaro, de ojos pícaros y nobles (a las mujeres les gusta más lo primero), nos regaló un Don Sixto, de la tierra de Honduras, que hace unas volutas que estoy deseando expandirlas en Los Califas viendo a Morante. Vaya por delante.
Lo que quedó de una de las parrishadas
Ansia viva de Vicente por figurar en las fotos.
Como el G8 componemos un puzzle difícil de creer, pero unidos en el saber del sabor, haré alusión a todo lo que nos conforma: Desde lo jurídico, el agua nos puede sonar a muchas vertientes (nunca mejor dicho): la CHG, y los asuntos constitucionales sobre la competencia en la cuenca, pleitos sobre inundaciones, litigios de consumidores con la abastecedora; desde lo sindical, la cosa se torna más ácida: "…al enemigo ni agua…" o "…agua vaaa…"; desde lo periodístico, la sensación del agua viene siempre de lo turbulento, pues los medios siempre agitan tempestades o calman aguas en función de la sensación de una noticia, cual capricho eólico (he sabido que en la tierra de Mariano hubo hace poco un seminario sobre periodismo y agua: ¿da para tanto el tema?); y, por fin, desde el punto de vista de un bombero, ¿qué puede decirse sobre el agua al humano de manguera siempre presta para eyaculaciones hídricas sobre el fuego?
Foto oficial del almuerzo. Obsérvese que Vicente porta un vaso de agua en su mano derecha.
Vicente amaga con el agua, pero no se atreve del todo sino para las fotos, pues la ocasión de unas verduras y una carne emparrilladas como las de hoy, bien merecían caldos de otro color y sabor. Pero no desdeñemos el agua, ni la impura ni la bendita, pues de las dos tomaremos cuando celebremos los octogenarios encuentros del G8 en el asilo…
BENEDICTA AQUA……
Er Gominas, Córdoba, abril de 2012
La próxima cita gastrónomica la organiza Vicente, según el turno acordado el mes pasado. 

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