Cuando esta edición esté en manos de sus lectores, varios serán los lugares donde la recibirán, aunque todos conducirán al mismo destino: el desfile por el Día Internacional de los Trabajadores en las plazas de las cabeceras provinciales, en los escenarios definidos en cada cabecera municipal, de San Antonio a Maisí.
Sumarán millones los trabajadores que junto a sus familiares, los estudiantes y los combatientes, cederistas y federadas, campesinos y cooperativistas, estarán avanzando para integrarse a los bloques de sus sindicatos o a los de los pinos nuevos, después de una madrugada y un amanecer en movimiento desde disímiles localidades…, y en muchos casos ya marchan alegres, con paso firme y vibrante, por las arterias principales donde se concentraron, o están agrupándose, para pasar frente a las tribunas que presidirán esta gran fiesta.
Harán ondear miles de banderas cubanas, predominarán en los atuendos el rojo, el azul y el blanco de nuestra hermosa enseña tricolor, estarán multiplicados los lemas que llaman al trabajo, la productividad y la eficiencia de manera general, y los muchos, muchísimos que, con recursos mínimos y sencillos, podrán leerse o estarán representados en las iniciativas que confeccionaron en los propios centros laborales para identificar el cumplimiento de una meta o el compromiso que los caracteriza en la producción y los servicios.
Primará el mensaje de la unidad del pueblo por su socialismo, y porque este llegue a ser próspero y sostenible; unidad de la cual la mejor evidencia es la enorme manifestación masiva, compacta y combativa que ya en este 1ro de Mayo comenzó a hacer temblar la tierra cubana.
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