martes, 20 de mayo de 2014

Los reyes de la birra

Para que sepáis a quién le dais dinero cuando tomamos unas cervezas he fusilado este artículo de El Mundo. Lo firma José F. Leal

Esta birra es mía




A simple vista, estos días la cebada se distingue del trigo porque aún levanta menos del suelo, y su verde es más intenso y claro. En el Corredor del Henares, a la altura de Alovera (Guadalajara), a un lado de la autopista, junto al río, el cereal se dora al sol y se espiga; al otro, en el polígono, la malta se procesa: se tuesta, cuece, fermenta, amarga, se embotella y se etiqueta bajo la marca Mahou en la mayor fábrica del país.
Mahou es la reina de las cervezas españolas, un sector que se expande cada vez con más variedades artesanas, ecológicas y no transgénicas en busca del escaso lúpulo leonés y riojano. Un mercado capilar, donde el camión del repartidor va de puerta en puerta desde el renombrado asador, al chiringuito playero, el súper del barrio, el carero chino de la esquina, el bar de los montaditos y los pisos francos desde los que una legión de paquistaníes sale a discreción rumbo a las aglomeraciones de botelloneros, hinchas de fútbol, indignados u hordas de legionarios de Cristo.
-¿Está fría?
-Muy fría, Mahou Clásica, un euro.
El negocio es hoy cosa de seis feroces competidores -Heineken, Damm, Mahou, Sabmiller, Ambar y Estrella Galicia-, pero no siempre fue así. Hasta los ochenta los fabricantes eran regionales. Durante los años 40, la dictadura intervino en la producción. Después se reconfiguró, y consolidó a algunos antiguos productores que regresaron y a nuevos jugadores afines al régimen como los Carceller (Damm) o los Comenge (El Águila). A principios de los noventa cerraron gran parte de los malteros familiares y la concentración hizo el resto.
Estos son los grandes dominadores del mercado en la actualidad.
Familia Mahou. Los descendientes de Alfredo Mahou de la Fuente -su hijaVirginia Mahou de Vilches y la familia Herráiz-Mahou- se reparten el 50% del grupo Mahou San Miguel a través de Las Tejoneras,  su holding, con el que controlan además otras inversiones inmobiliarias, un 5% de Lanjarón (Fontvella) y dos sicavs con 39 millones de euros. Poder fáctico en Madrid y alérgicos a las cámaras -salvo cuando les visita un ministro-, uno de sus negocios más rentables son sus aparcamientos públicos, dispersos por la capital, y sus inmuebles, parte de los cuales se engloban en la sociedad Platea Madrid, que comparten con Herminio García Baquero (61,7%) y los Gervás.
Familia Gervás. Los descendientes de Gregorio Gervás y Ana Carolina Díez Mahou -prima de Alfredo-, y del único hijo de ambos, Germán, se reparten el otro 49,9% de la cervecera a través de las sociedades Gala de Inversiones y IPL International, con sede en Londres. Los Gervás ostentan la presidencia del grupo en la figura de Javier López del Hierro Pérez-Mínguez, marido de Ana Francisca Gervás. La familia posee tres sicavs con unos 11 millones de euros, fincas y promociones inmobiliarias, y aún conserva la ganadería taurina Germán Gervás.
En 2005, las familias Gervás y Mahou compraron a Danone el 33% del grupo Mahou-San Miguel, en una operación que tuvo que aprobar el Tribunal de la Competencia y que valoró la empresa en 1.850 millones. Mahou factura actualmente un 30% más que entonces, compró Cervezas Alhambra, ha dado el salto a la India y se distribuye en Estados Unidos. El grupo Mahou, además, es propietario de los solares con más superficie de la almendra central de la capital dentro de la operación Calderón.
Familia Rivera. Lleva cuatro generaciones al frente de Estrella Galicia, una marca que se ha hecho un hueco entre las grandes bajando los precios, y que este año se ha propuesto alcanzar unas ventas de 300 millones, gracias sobre todo a filiales en Brasil, México y EEUU. José Mª Rivera Trallero, Santiago Ojea Rivera e Ignacio Rivera Quintana llevan la voz cantante de la empresa, también propietaria de las aguas Cabreiroá y Agua de Cuevas, las sidras Manzanova y Maeloc, la sangría Lerele, los licores Quenza y los vinos Ponte da Boga y Nerus. Estrella Galicia ostenta pequeñas participaciones en el Deportivo de La Coruña, el Compostela, el Celta y el C.D. Ourense.
Familia Roehrich. Hace tres años que se jubiló Daniel Roehrich Moritz, dejando en manos de sus tres hijos la legendaria fábrica La Zaragozana, donde se producen las marcas Ambar -la más tirada en Zaragoza- y la estilosa Moritz, autoerigida como icono del consumo catalanista. Sus empresas Agora, Bebinter y Zaragozana facturan en torno a los 150 millones de euros, y en ellas se incluyen inmuebles en Zaragoza y Barcelona (el bar  Velódromo de la calle Muntaner y la fábrica Mortiz en la Ronda Sant Antoni), así como la sicav Petronila, con 7,5 millones de euros.

Demetrio Carceller Arce. Su abuelo fue uno de los primeros ministros de la dictadura, allá por el año 42, y su padre uno de sus empresarios de confianza. Conservador e influyente, Carceller III sigue la tradición y acumula poder en la Bolsa y el sector energético. Disa, su patrimonial -controlada en parte desde los Países Bajos- suministra de gas, petróleo y gasolina a las Canarias, suma casi 600 gasolineras y ejerce como accionista mayoritario de Sacyr (13%), donde provocó la salida de su presidente Del Rivero, y posee el 9,5% de Repsol. Disa es propietaria del 27,93% de las cervezas catalanas Damm, que a su vez posee el 9,6% de Ebro Foods y el 6,2% de Pescanova. Carceller y su padre han protagonizado uno de los procesos judiciales de fraude fiscal más escandalosos de los últimos tiempos, de los que finalmente han sido exculpados en parte.
Charlene Carvalho-Heineken. Hace doce años heredó el 25% de la segunda cervecera mundial de manos de su padre, Freddy Heineken, empresario holandés por el que, en 1983, unos secuestradores llegaron a pedir un rescate de 16 millones de euros. Es la mujer más adinerada residente en el Reino Unido y la holandesa más rica, con un patrimonio estimado de 11.400 millones de dólares. En 2000, Heineken (160 marcas) compró  a Guinness las cervezas Cruzcampo, la marca más vendida en España en ese momento, y la fusiona con El Águila.
Alejandro Santo Domingo Dávila. A sus 37 años, es el magnate colombiano más rico y el segundo máximo accionista (14%) de la multinacional Sabmiller, de raíz sudafricana, que en España controla el 70% de la Compañía Cervecera de Canarias, dueña de las marcas Dorada y Tropical -sí, son de la misma empresa-. Habituado al papel cuchéen 2011 Santo Domingo tomó el testigo en Bavaria de su padre, el industrial Julio Mario Santo Domingo, quien vivió media vida junto a Central Park, en Nueva York, el verdadero artífice de un imperio que incluye la aerolínea Avianca, Radio y Televisión Caracol y el holding Valórem, con inversiones inmobiliarias, turísticas, energéticas. Sabmiller embotella 200 marcas de cerveza en 75 países, y su principal propietario (28%) es Phillip Morris (ahora conocido como Altria).

1 comentario:

  1. Se empieza a echar en falta el comentario siempre sagaz de la comida de mayo. Se nos va el mes ¡¡¡ . Un saludo a manos llenas

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